Tras ocupar durante los últimos cinco años el cargo de director provincial de Educación, Pedro San Martín, quien ha desarrollado una carrera de 43 años en la docencia, acaba de jubilarse y afirma que se va con la satisfacción de la labor cumplida: «He coincidido, tanto en la Dirección Provincial como en la Consejería y en los centros, con muchas personas que son muy buenos funcionarios y excelentes profesores, a los que estoy agradecido. Así que creo que la Educación en Castilla y León está en muy buenas manos».
—Haciendo un balance. ¿cómo encontró la situación de la educación y como la deja?
—La educación actual ya está encarrilada, no ha habido cambios espectaculares de leyes o programaciones. Pero a nivel de Zamora quizás en los últimos años es cuando más esfuerzos ha hecho la consejería en infraestructuras. Se han edificado escuelas, gimnasios, pabellones deportivos y todavía hay pendientes algunas obras importantes. Además se han incrementado los medios didácticos y tecnológicos en todos los centros que ahora cuentan con los últimos avances, como ordenadores o pizarras digitales.
—El último informe sobre «La situación social de España» de la Fundación Caja Duero destaca la buena situación de la educación en Castilla y León. ¿Es realmente tan positiva?
—Así es. Somos de lo mejorcito de España pero queremos estar mejor. Por eso hace un par de años se puso en marcha el Plan de Éxito Escolar que comprende medidas de refuerzo y apoyo para los alumnos que no van bien en sus estudios.
—¿Cuáles son los mayores problemas a los que se enfrenta la educación hoy en día?
—El fracaso escolar es una realidad que, como ya mencioné, se está combatiendo. El absentismo era también un problema que ahora está muy bien controlado. Hay una Comisión Provincial de Absentismo que se reúne periódicamente en la que interviene no sólo Educación sino también el Ayuntamiento, los Servicios Sociales e incluso el Juzgado de Menores y la Policía, lo que permite controlar caso por caso y tomar las medidas necesarias.
—Entonces, ¿cuál es el reto que falta por superar?
—No es precisamente un reto pero algo que ha cambiado es el comportamiento de los alumnos y de las familias, lo que genera muchos problemas, sobre todo en la etapa de la Educación Secundaria. Por lo tanto el profesor debe dedicar mucho tiempo a mantener el orden y eso frustra a los profesionales y es la gran causa de que cuando llegan a los 60 años la mayor parte se jubila.
—¿Piensa que el papel del maestro se ha devaluado?
—Devaluado no, porque un maestro siempre es maestro y es respetado. Otra cosa es que haya perdido autoridad. Tampoco tiene que ser como antes, por ejemplo como cuando yo empecé, que el profesor entraba en clase y los alumnos se ponían de pie y no se sentaban hasta que tú se lo decías, pero debe haber un respeto. La disciplina es algo que debe reforzarse para encontrar un punto de equilibrio.
—¿Se ha mejorado en infraestructura y en medios pero los alumnos terminan mejor preparados?
— Antes nos dedicábamos más a fondo a las asignaturas fundamentales como la Lengua o las Matemáticas, pero los alumnos no aprendían idiomas o tecnología. Con eso no quiero decir que la educación esté peor ahora que hace veinte años, pero es verdad que sí habían más horas, mas insistencia, más exámenes.
—¿La educación pública tiene mucho que envidiarle a la concertada?
—Creo que antes habían más diferencias en todos los sentidos pero ahora casi es igual. Los alumnos son los mismos y se portan igual en la pública o en la concertada y los medios y recursos con los que cuentan son parejos.
—Los sindicatos se quejan de la falta de profesorado en los centros. ¿Cuál es la realidad?
—La función de los sindicatos es pedir más pero lo cierto es que la ratio está bien. Hubo un tiempo en que en Zamora el número de alumnos disminuía y el de profesores subía. Ahora se mantiene el número de estudiantes y en los cursos cada vez hay más profesores porque surgen asignaturas optativas, departamentos nuevos o porque hay que brindar atención a los alumnos con necesidades especiales.
—¿Durante su gestión en la dirección provincial, cuál ha sido el momento más crítico?
—Momentos críticos los vivía cada día porque podía empezar bien la mañana y estropearse por cualquier problema. Hay que tener en cuenta que diariamente se gestionan 150 rutas de transporte escolar, o 50 comedores y funcionan perfectamente pero pueden surgir inconvenientes. Recuerdo que, cuando llevaba poco tiempo en el cargo, en el colegio «El Pinar» de Benavente se cayó un techo. No pasó nada pero fue un momento difícil.
—¿Y el que recuerde con mayor satisfacción?
— La creación del Centro Integrado de Formación Profesional de Zamora, que fue el segundo de toda Castilla y León. Pero el mayor logro ha sido que todo siempre haya funcionado bien y que nunca haya pasado nada.
—Usted ha sido testigo de la creación de la Escuela Politécnica. ¿Cómo evalúa su crecimiento?
—Que la Universidad de Salamanca decidiera que las ingenierías técnicas se establecieran en Zamora fue fenomenal porque son las que tienen más salidas profesionales. Además los jóvenes ya no tiene que marchar a Salamanca a estudiar. Para mí la Escuela Superior Politécnica de Zamora está muy bien. Tiene cinco ingenierías técnicas y una de segundo ciclo, carreras que poco a poco se van a ir adaptando a Bolonia porque además no tenemos nada que envidiarle a otros Campus europeos.
—¿Cómo llega a la política, otra de sus grandes pasiones?
—Cuando nació el partido de Suárez, el Centro Democrático Social (CDS), me hice militante. Era un partido con mucha fuerza en Castilla y León, tanto así que en el año 87, cuando fui elegido Procurador en las Cortes éramos 31 del PP, 30 del PSOE y 19 del CDS, así que al no haber mayoría éramos los que decidíamos la política de Castilla y León.
—¿Usted era considerado un azote para el PP?
—Es verdad que tenía el récord de propuestas e interpelaciones porque mi función era traer todo para Zamora. Recuerdo que mi principal reivindicación era volver a abrir la ruta férrea de la Vía de la Plata, pero no se pudo conseguir por las condiciones en que estaba. Luego el partido, por diferentes circunstancias, fue en declive y en la siguiente legislatura hubo un pacto con el PP.
—¿Con el Partido Popular ingresó en el Ayuntamiento?
—Sí, estuve en el Ayuntamiento durante dos legislaturas y he sido primer teniente alcalde.
—¿Y también concejal de Urbanismo?
—Llevaba Obras, Urbanismo, Aguas y Cementerio. Recuerdo que en aquella época menudos problemas teníamos con el cementerio porque no había espacio para enterrar y la gente protestaba, así que lo ampliamos.
—¿El PGOU se empezó a gestar siendo usted concejal de Urbanismo?
—Tuvimos que aprobar primero el Plan General del Casco Histórico y después el Plan General de Urbanismo. Se hizo entre los técnicos de Urbanismo y la Escuela de Arquitectura de Valladolid. Nosotros a nivel de equipo de Gobierno dimos unas directrices generales, como por ejemplo que en Zamora no hacen falta casas altas, queremos avenidas, jardines, etcétera, y así es como se planteó.
—Ese PGOU fue el que finalmente se anuló
—Lo que pasó es que como marca la Ley se hizo una exposición pública, hubo alegaciones y tras las correcciones, que los técnicos creyeron que eran mínimas, no se hizo nuevamente la exposición pública. Fue un defecto de forma.
—La ciudad parece condenada a no tener unplan de urbanismo, dada la actual situación.
—Lo que pasa es que se presenta un proyecto y cierta oposición no lo acepta. Pero creo que se tiene que imponer la cordura y el consenso.
—¿Como evalúa el actual PGOU en base a su experiencia?
—Realmente no lo he estudiado como para dar una opinión. Lo que sí es cierto es que Zamora, como toda ciudad, necesita un Plan general de Urbanismo consensuado. Hay que eliminar los intereses políticos porque lo que está en juego es la ciudad.
«Vamos a luchar contra la Ley que pretende dejar inactivos a los colegios profesionales»
—¿Es desde hace muchos años decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales?
—Así es, también soy vicepresidente del Consejo General de Colegios a nivel nacional y me han nombrado presidente del Consejo Autonómico de los Colegios de Castilla y León. Así que tengo mucho trabajo por delante, porque además son momentos difíciles para los Colegios.
—¿Por qué?
—Porque no nos gusta como ha quedado el tema de Bolonia. Después del Grado se han inventado un máster que va a permitir tener atribuciones en todas las ramas lo cual no es lógico, porque actualmente un Ingeniero Técnico Industrial tiene capacidades de proyección profesionales en todas las ramas de la industria. Además, el Gobierno ha presentado un proyecto de Ley que pretende descafeinar a todos los colegios profesionales a tal punto que podrían quedar inactivos. No los pueden desaparecer porque están en la Constitución pero si asfixiarlos económicamente aprobando normas para eliminar la colegiación obligatoria o los visados profesionales. Por ello vamos a luchar contra esa «Ley Ómnibus» que quiere aprobarse y que es muy peligrosa.
«En el "San Lorenzo" los chicos que quieren jugar al fútbol pueden hacerlo»
—¿Cuánto tiempo lleva como presidente del Club Deportivo San Lorenzo?
— Como unos 35 años. El San Lorenzo es el equipo de fútbol más antiguo de Zamora, porque se fundó en el 70. Es verdad que durante los años que he estado en la dirección provincial no he asistido mucho pero a partir de ahora será una de mis prioridades.
—¿El objetivo es crear cantera?
—En este club hay dos equipos de fútbol de pre benjamines a juveniles, no hay nada de profesionalismo y todos los que trabajan no sólo no cobran sino que gastan dinero, lo hacen por afición y para que los chicos que quieran jugar al fútbol en Zamora puedan hacerlo.
—¿Reciben apoyo de las instituciones?
—Nos dejan instalaciones deportivas y ayudan en lo que pueden. Yo he sido concejal de Deportes y sé que no se puede hacer todo lo que se quisiera.
—¿Cómo ve la situación del Zamora Fútbol Club?
—Creo que lo está haciendo bien. Últimamente han organizado bien la cantera, el equipo de segunda B está a punto de ascender y por eso creo que van por buen camino.
ANA MARÍA CAVERO. La Opinión de Zamora 6/09/2009
