Dadas las características del trastorno disfémico y su complejidad por la implicación de aspectos no solo referidos a la esfera comunicativa y más concretamente del habla, si no también psicológicos y sociofamiliares, la intervención con el alumnado dentro del ámbito educatiivo debe establecerse dentro de un marco interdisciplinar en el que, además del logopeda, juega un papel determinante el psicopedagogo del centro y el resto de personal: educativo: equipo docente, auxiliares educativos, etc. Además, la intervención con las familias, a través de programas específicos de apoyo en el hogar, se hace fundamental en la intervención en este trastorno.